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martes, 9 de octubre de 2012

¿Cuanto vales realmente?

Esta claro que todos deseamos ser felices, ser amados, tener riquezas en lo posible. Lo que sucede la mayoría de las veces nos quedamos a medio camino, en cualquiera que se el área de nuestra vida en que nos hubiéramos propuesto metas. No me gusta pensar que he llegado a mi límite, que ya no se puede más, y que bueno algo es algo. Si bien es cierto, es muy bueno dar gracias por todo lo que tenemos hoy, gracias por despertar cada mañana, por el trabajo, los estudios, por la compañía que tenemos al lado, etc. El asunto es que cuando decidimos aspirar a algo mas, en ocasiones hay obstáculos que nos lo impiden, obstáculos que nosotros mismos colocamos por cierto. Hoy nos vamos a enfocar en ese sentimiento de falta de aceptación. ¿Por qué nos soy suficiente bueno para ese trabajo, o para esa persona, o para ese grupo de amigos? preferiría pensar que ellos no están a mi altura, pero la mayoría de las veces el problema es otro.

Como la idea es comentar al respecto con nuestros lectores, me limitaré a entregar la idea de lo que pienso, y así sea más breve con un tema del cual nos podríamos alargar por muchas páginas.


Uno de los grandes maestros de la historia dijo así: "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Antes de esta declaración, la parte de amar a Dios, la Mente Infinita, el Ser Supremo, el Universo, como quieras llamarle (ya que en esencia es lo mismo) ya la sabemos. Siempre debemos agradecer de quien provienen todas las cosas. Lo interesante proviene de la frase que sigue, la que citamos entre comillas.

Idealmente (lo digo por que no siempre es así), debemos amar a nuestro prójimo sin excepción. En todas partes particularmente en las iglesias nos enseñan que debe ser así. Lo que pocos enseñan es lo que hay mas allá de esta frase, que es una de las razones por las cuales muchas veces no nos sentimos aceptados o que nos merecemos algo, y es que el amor hacia nuestro prójimo debe ser el mismo con que nos amamos a nosotros mismos. Ahora pensemos, ¿nos amamos realmente? ¿Cuanto exactamente? ¿Nos podrían aceptar los demás si nosotros aun no nos aceptamos y amamos completamente? ¿Cuando fue la última vez que te miraste al espejo y te destacaste las cosas buenas de tu persona? Pues bien, cuando pensamos que no encajamos o no somos aceptados, es posible que en realidad sea nuestra propia mente la que nos dice que no valemos lo suficiente, y que no nos merecemos aquello que deseamos.

Cuando comenzamos a querernos y a amarnos a nosotros mismos, comenzamos a ser libres para idealizar como realmente queremos ser, lo que queremos obtener y de quienes nos queremos rodear.

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