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miércoles, 24 de octubre de 2012

Salud física, salud mental.



comprobarse científicamente es bueno. También hay métodos naturales que son muy efectivos en la recuperación de la salud, entendiéndose que todo pertenece a la naturaleza y que la experiencia en estas áreas son milenarias.

En todo caso, mejor que encontrar la cura a una enfermedad es "no enfermarse", o sea, mantenerse saludable, comer bien, ejercitarse, evitar la vida sedentaria y en su lugar buscar formas de mantenernos activos y felices. Les comento esto ya que muchas de las enfermedades son producidas por el stress y la preocupación y no solo por bacterias que atacan al cuerpo o algún otro agente transmisor. En muchas oportunidades se encontrará con personas a las cuales los medicamentos que le receta el doctor no surten ningún efecto, esto debe producirse en parte por la negatividad del paciente al ver su estado, recuerden que un medicamento debe ser "aceptado" por nuestro cuerpo, el cual para hacerlo debe recibir la orden de la mente. También hay estudios científicos por ejemplo, en que a una cierta cantidad en tratamiento por alguna enfermedad, se les ha suministrado pastillas que no tienen ningún componente medicinal, son como pastillas de dulce, para efecto del estudio de sus reacciones no se le dice esto al paciente sino hasta el final. Sorprendentemente un gran porcentaje de estas personas se vieron aliviadas de su dolencia, a esto se le llama efecto placebo, y nos muestra como la mente puede darnos o quitarnos las salud, dependiendo de nuestra actitud y mentalidad predominante.

Si analizamos con detención, nuestra salud, nuestro estado físico, nuestros rasgos, son exactamente como nos vemos a nosotros mismos. Me explico mejor, como no estamos acostumbrados a visualizarnos como deseamos ser (tener salud, buen estado físico, etc.) nuestro cuerpo y nuestra salud simplemente siguen siendo el reflejo automático de como nos vemos a nosotros mismos día a día. Les voy a dar un ejemplo:

Hace un tiempo vimos el caso de una persona que sufría de no pocas dolencias y malestares, entre ellos la presión arterial. Fue varias veces al doctor quien le recomendó medicamentos que ayudaban a que se sintiera un poco mejor, su vida diaria no era de lo mejor debido a temas laborales y familiares. Pero un día decidió dejar el clima frio y húmedo de su ciudad para mudarse por un tiempo con un familiar a una ciudad al otro extremo del país en donde hay sol todos los días del año. Tiempo después fue grande mi sorpresa al ver fotos del viaje en donde admiraba cómo esta persona había cambiado en un 100%, se veía feliz y activa, al llamarla me contó que ya no sentía dolores y hace mucho que no sabia de problemas de presión arterial. ¿Qué paso entonces? ¿Era un problema físico?, ¿era un tema de edad? Pues no, solo preocupaciones que reaccionaban en su cuerpo.



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