Bueno o malo, siempre atraemos mas de lo mismo.

Hoy estuve un poco atareado en el trabajo, por enésima vez llega un cliente a comprar un vehículo con prepotencia y poniendo sus propias condiciones de pago. Obviamente la compañía en la que trabajo tiene sus políticas al respecto y no podemos entregar ningún producto que no esté completamente pagado. Este cliente es muy peculiar, lleva días visitando nuestro salón de ventas sin concretar su compra, y la cosa se complica al considerar que es el ultimo producto de ese tipo que tendremos en un buen tiempo. Demás esta decir que hemos hecho todo lo posible para darle una buena atención, claro esta, sin perder el control de la negociación. El cliente es la típica persona desconfiada que piensa que todo el mundo le "roba" o "intenta engañarlo", y como forma de protegerse de esa "sensación" ataca primero, y sin que nadie le haga nada, intenta manipular el sistema y manejar los tiempos a su manera terminando ser finalmente una persona bastante desagradable y complicada. Mis colegas me preguntan por que simplemente no le devuelvo la parte del dinero que ya ha pagado y le ofrezco el producto a otro cliente que sea mas amable, y si bien podría lograr un poco de satisfacción después de tanto desaire, entraría en el mismo juego haciendo de esta situacion un círculo sin fin. El asunto es que como dicen por ahi "en esta vida todo se paga", aunque el término correctamente expuesto sería que "cada quien recibe exactamente lo que da". Por lo tanto debemos ser siempre cuidadosos con lo que deseamos y con lo que hacemos pensando siempre en como esto afecta a los demás. Volviendo al tema, despues de mucho llamarle y de advertirle que se preocupara con anticipación del pago final de su producto, el cliente llega a última hora, sin avisar, a exigir que le emitan la factura para llevarse su producto en ese instante, ya prontos a cerrar y a vísperas de varios dias feriados en los cuales su compra le sería de mucha utilidad y muy rentable. Una vez mas respiro profundo y le atiendo con la mejor disposición posible. Listo para hacer la transferencia bancaria en el laptop, le aparece un mensaje de su banco que dice que solo puede transferir hasta cierto monto, muy por debajo de lo que debia pagar en ese momento. Al ver su expresión se notó rapidamente que su ira se aun hizo mas profunda y no le salian palabras, no tuvo a quien mas echarle la culpa, el local cerraba y el cliente se preparaba para un fin de semana sin aquello que era tan importante para él, y todo eso solo por una injustificada mala actitud.

Llámenle recompensa divina, karma, ley de atracción, lo cierto es que cada vez que tomamos una actitud frente a algo solo atraemos hacia nosotros mas de lo mismo, nadie en la compañía hizo nada para que el cliente tuviera un poco de lo "suyo", todo lo contrario, nuestro deber es atenderlo lo mejor posible, el cliente solamente cayó en su propio círculo, y todo aquello que quería evitar usando su mala actitud fue exactamente lo que atrajo hacia si mismo. Incluso yo mismo, si medito en ello, puede que haya algún temor dentro de mi que desea evitar este tipo de clientes me haya impedido dar un corte definitivo a este negocio desde un principio y no permitir dar más largas al asunto. En fin en todo orden de cosas pensamos estar haciendo bien, pero siempre debemos considerar que tan bueno es para los demás y para las personas que amamos. Como hablamos en articulos anteriores "lo que sembramos es exactamente lo que cosechamos" es la ley de la vida, si sembramos tolerancia y amor, eso cosecharemos; si sembramos desconfianza y discordia, que creen, eso recibiremos también. Siempre es asi, si excepciones. No digo que las 24 horas del día estoy en armonía conmigo mismo y con el universo, el atraer cosas buenas y no negativas es una escuela de toda la vida, pero la base es comprenderlo, desde ahi todo es distinto, es un nuevo mundo justo frente a nuestras narices.